martes, 31 de marzo de 2009

Pacto PP-PSOE en Euskadi.



"Pongamos las cosas en su sitio",

por Iñaki Anasagasti.

Diez falacias que se han puesto en circulación para justificar el pacto anti-natura PP-PSOE, legal, sí, pero tan ilógico como unir el agua con el aceite en un beligerante frente españolista que nace en Euzkadi y se extiende cada vez más en Madrid:


1) El ex vicelehendakari del Gobierno Vasco, Ramón Jauregi, mudo en toda la campaña, sale ahora cada dos por tres a la palestra para vendernos la bondad de un pacto que en Madrid solo existe para atizar al PNV.

En la entrevista que le hizo María Antonia Iglesias decía: “el PNV aceptó que Ramón Rubial fuera el primer lehendakari, aunque nunca lo ha reconocido así”. El primer lehendakari fue José Antonio de Aguirre. Rubial fue el primer presidente del Consejo General Vasco. El lehendakari en ese momento era Jesús María de Leizaola que presidía el Gobierno Vasco en el exilio en París. Rubial y todo el Consejo General Vasco cumplimentaron a Leizaola en San Juan de Luz por ser Leizaola el Lehendakari.

Posteriormente el segundo estatuto de autonomía, el de Gernika, se aprobó en octubre de 1979. El Capítulo segundo de dicho Estatuto se titula así: “Del Gobierno Vasco y del Presidente o Lendakari”. Lo pone sin H. Porque el nombre nació sin H. Pero al Lehendakari se le puede llamar o Presidente en castellano o Lehendakari en euskera. Rubial fue presidente, y ahora, el representante de un partido de ámbito estatal tratará de llamarse como se han llamado todos los presidentes que ha habido. Aguirre, Leizaola, Garaikoetxea, Ardanza e Ibarretxe. Está en su derecho, pero quiero recordar cómo a los Consejeros del Gobierno Vasco se les impidió se les llamara Ministros para no confundirlos con los ministros del Gobierno Central. ¿Por qué, con este precedente, es Lehendakari un presidente que tiene su centro de decisión en Madrid?. Sé que no es un Delegado del Gobierno, ni un Gobernador general, sino el presidente de un gobierno, pero ¿Lehendakari?, sobre todo cuando Martín Ferrand dice que el nombre viene del fascio.

2) Alaba Ramón Jauregi la apuesta del PSE en la transición por el Frente Autonómico, pacto entre el PNV, PSOE y ESEI para el Senado en 1977, que comprendía a Navarra, sí, pero en las siguientes elecciones, en 1979, rechazaron no solo la pancarta de la Autodeterminación sino se salieron del pacto por incluir a Navarra. Traicionaron aquel acuerdo.

3) Recuerda también al Consejo General Vasco de 1978. Sí, pero la presidencia se la quitaron a Juan de Ajuriaguerra que había ganado las elecciones. La orden vino de Madrid.

4) Dice Jauregi. “Nuestra apuesta sincera y decisiva por el estatuto de Gernika”. Sí, en 1979. No, en 1981 cuando aprobaron con UCD la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), pararon el desarrollo estatutario, lo judicializaron y nos obligaron a apoyarles coyunturalmente en Madrid para desarrollarlo y en los cinco años del Gobierno Zapatero solo hemos logrado se abriera su puño a cuenta de la necesidad que tenían de que les apoyásemos en la aprobación de los presupuestos, pese a la negativa de la ministra Garmendia y al silencio del PSE. ¿Ese es para Jauregi “la apuesta sincera por el Estatuto”?.

5) Nos ponen a todas horas el ejemplo de Benegas de 1986, quien tras la división del PNV (dato que se omite, sobre todo porque parte de aquella campaña se llevó desde la TVE de Calviño) el PSE obtuvo 19 escaños y el PNV 17, aunque mayoría de votos. Benegas quiso formar gobierno con EA (13 escaños) y con EE (9 escaños) pero no lo logró y un Benegas asustado porque EA le pedía la presidencia y formar el “gobierno de la Seguridad Social”, a última hora desistió de hacerlo y fue el segundo partido, el PNV, quien con apoyo socialista formó gobierno. Nada que ver con la situación actual y nada que ver con la generosidad política, pues, fracasado el intento, Benegas dejó la política vasca y se fue a Madrid de número tres del PSOE.

Ahora Benegas nos dice: “El irreflexivo nacionalismo vasco ni siquiera ha meditado que ante su imposibilidad de formar gobierno cabía devolver el sacrificio generoso que hicimos los socialistas vascos en 1986 y aceptar que el candidato a Lehendakari que tiene más apoyos es Patxi López. Por el contrario alguien piensa seguir mandando en este país desde algún lugar no identificado”. Seguramente desde Ferraz o Génova 13. Pero, Txiki ¿Quién te ha visto y quién te ve?. El gran socialista vasco propiciando un pacto con el PP de Rajoy…

6) Dice Jauregi: “No hay que olvidar que ETA mataba a militantes y dirigentes del PP y del PSOE, en una tenebrosa campaña paralela a la ofensiva política soberanista”.

Por lo que se ve, aquí vale todo. El que ETA en su demoníaca estrategia desestabilizadora eligiera a militantes del PP y del PSOE ¿es atribuible una vez más al PNV como insinúa sibilinamente Jauregi?.
A éste señor hay que recordarle que la primera manifestación contra ETA la organizó el EBB del PNV en octubre de 1978 y que hemos condenado todos y cada uno de los crímenes de ETA, cosa que él no ha hecho nunca con los crímenes del GAL, que también nosotros condenamos, y eso que era el Delegado del Gobierno y tenía medios y responsabilidad para saber lo que pasaba, sin olvidar la implicación de dirigentes del PSE en la creación del GAL y sin olvidar tampoco la visita de Patxi López a la cárcel de Guadalajara cuando Vera y Barrionuevo fueron encarcelados tras un juicio público.

Personalmente no podemos admitir insinuación alguna de Jauregi ni de nadie en relación con la limpia ejecutoria del PNV en relación a ETA. ¿Puede decir lo mismo él en relación con el GAL?.

7) Otra de las acusaciones es que el PNV votó la Investidura de Aznar en 1996. Explico el por qué.
Felipe González ganó las elecciones de 1993 y gobernó sorteando los escándalos de los juicios del GAL, de la incorrecta financiación del PSOE a través de Filesa, Malesa y Times Export, del encarcelamiento del Director de la Guardia Civil, de la Directora del Boe y del Director del Banco Central y aquello no daba más de sí y, en 1996, ganó las elecciones un Aznar que no obtuvo mayoría absoluta. Ante eso quien primero dijo que quien había ganado las elecciones era el PP y que a ellos les correspondía formar gobierno fue el propio González. Si nosotros hubiésemos apoyado al PSOE en 1996, no siendo ganador, el PP hubiera puesto el grito en el cielo y ésa si hubiera sido una situación pareja a la actual.

Por otra parte nosotros no hicimos pacto de gobierno alguno con el PP, sino de Investidura, y, efectivamente barrimos para casa, para Euzkadi, y logramos lo imposible con el PSOE: actualizar el Concierto, eliminar el Servicio Militar Obligatorio, lograr que desaparecieran los Gobernadores Civiles, conseguir la transferencia de Puertos, crear la compañía telefónica Euskaltel…

Todo eso se malogró por las obsesiones de Mayor Oreja en su lucha contra ETA pero ésta situación para nada es comparable a la actual a pesar de que tan a la ligera se diga lo contrario.

8) Nos dicen: “El PNV lleva treinta años gobernando y hay que airear la Casa. El Cambio se impone”. Pero resulta que va el ciudadano el uno de marzo y da la victoria al PNV y dice además que no quiere más Cambio que Ibarretxe por Ibarretxe y ante eso viene el atajo. Previamente se quita, ilegalizándolo, a un Partido de la liza y se pacta con lo que se odia en Madrid. Por otra parte, es indecente que socialistas que llevan en Andalucía y Extremadura treinta años gobernando, porque así lo ha querido el ciudadano con su voto, utilicen semejante argumento tan profundamente antidemocrático.

Por otra parte el PNV ha gobernado en solitario, de esos treinta años, los cuatro primeros. El resto lo ha hecho con todos los partidos, incluso con el PSOE doce años.

Veremos pues que dice el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que recibe presiones mil para que no sentencie en contra de una ley de partidos profundamente antidemocrática, inédita en Europa y hecha a la medida, ¿por quienes?, por el PP y por el PSOE.

9) Escribe Jauregi. “Solo un Lehendakari socialista visualiza el Cambio político. El PNV deberá estudiar si quiere compartir ese cambio o quedarse en la oposición. Pero su ausencia no convierte en frentista al gobierno socialista (lo da por hecho).

…”Nuestra generosa apuesta por las coaliciones transversales de 1987 a 1998 y nuestra valiente apuesta por la centralidad política después de las elecciones de 2001 (nos necesitaban en Madrid), y por la paz en el proceso de 2004 a 2007 (nos llamaron a Loiola con el agua al cuello) acreditan nuestra vocación integradora del vasquismo plural y ciudadano”. Y se queda tan fresco.

Por eso en lugar de aceptar el sensato, realista, democrático y posibilista documento que les presentó el EBB del PNV en Sabin Etxea a Ares, Arriola, Egiguren y Pastor (López no fue a pesar de que estaba el Lehendakari) solo sirvió para decir que les parecía muy bien pero si el Lehendakari era López. Y por eso ahora pactan con un partido que en 1979 votó en contra del estatuto de Autonomía de Gernika, un partido filial de una organización que tiene como su presidente de honor a un ministro de Franco que dijo que antes de que se pusiera la ikurriña había que pasar por encima de su cadáver y, recientemente, que a los nacionalistas hay que colgarlos, y que ha pasado de mentir en toda la campaña diciendo que había un pacto secreto PNV-PSE, cuando el pacto, denunciado por el PNV y hecho carne la noche electoral, era el del frente españolista, PP-PSE.
Si esto es centralidad, transversalidad, pluralismo, y democracia que venga Obama y que lo vea.
10) Finalmente Benegas escribió el jueves 19 de marzo un artículo que se titula: “Saber Perder”. Resulta que a quienes han ganado las elecciones se les pide “saber perder”. Pero ¿no habíamos quedado desde junio del año pasado que el PSE iba a ganar al PNV?. Pues va y el PNV les saca cinco escaños de diferencia y casi noventa mil votos y nos dicen que sepamos perder y que lo estamos llevando muy mal, cuando han engañado durante toda la campaña al ciudadano escondiendo sus cartas marcadas, hablando de pájaros y flores, recibiendo ministros como por un tubo, no reivindicando ni el Estatuto de Gernika y la noche electoral no teniendo ni siquiera la decencia democrática de felicitar al ganador.

Acabo de estar en las elecciones presidenciales en El Salvador como Observador y allí, el 15 de marzo por la noche, el presidente Tony Saca y su candidato del partido Arena Rodrigo Ávila, llamaron al candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Mauricio Funes y le felicitaron y le ofrecieron toda su colaboración en la transición. Y eso que El Salvador vivió doce años de guerra sangrienta y la campaña entre Arena y el Frente había sido durísima, pero lo que ocurre en un pequeño país centroamericano, al parecer, no es exportable al muy democrático PSE. Y ya se sabe. En democracia, las formas son el fondo.

Lamento que el PSOE-PSE eche por la borda setenta años de historia y malogre, de momento, una auténtica posibilidad de buen entendimiento transversal como predicó mentirosamente en la campaña. Allá ellos. Siempre que llueve escampa. Solo quería con estas letras, tratar de dar mi versión subjetiva ante tanta manipulación que estamos viviendo y aguantando. Como para no cabrearse…

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